Cada tanto una persiana se abre y entra un halo lunar abrazando el pasado.
Nos quedamos acostados, espiando nuestros propios tajos - actores que no firmamos contratos -.
Palabras que atan cabos, sonidos que endulzan clavos.
En la parabola somos la energia que moviliza los dias.
Y todo nos hipnotiza en una melodia de miel, en la hora de la ciruela.
Abajo las murallas de la moralidad arbitraria!
Arriba los croazones que florecen de los bosques!
Buscando atajos murio el sabio por creerse el mas astuto en los estatutos.
Un piano suena y recuerda alguna postal añeja.
A veces el cielo llora, a veces el Sol abraza.
La musica fue entrando por todas las puertas - y cada uno de los recovecos de la casa -. Al son de "estan rodeados" los vientos clamaron sobre cuerdas que flotaban: galaxias mentales.
Yendo y viniendo es como uno se encuentra: saliendo y entrando, llorando y riendo.
Lo unico que vale en la ruta es no olvidarse el punto de llegada
. . .
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario